jueves, 15 de octubre de 2009

Misiones Jesuísticas


Las misiones jesuíticas de Bolivia, también llamadas reducciones, fueron pueblos misionales fundados por la Compañía de Jesús con la finalidad de evangelizar la región, en lo que actualmente es el estado de Bolivia.


Historia


La Colonización de América fue por Sacerdotes de distintas Ordenes Religiosas, que llevaron una amplia labor de evangelizadora entre las misiones, se destacarón los Jesuístas y Franciscanos en su labor en la chiquitania Boliviana.


En la Compañia de Jesús, bajo el mando de Ignacio Loyola, y por mandato del papa Paulo III, emprendi para marzo de 1540 la labor de fundar reducciones y evangelizar las tierras del Nuevo Mundo y descubrimientos de nuevos dominios, en Bolivia influyo fuertemente la busqueda del Dorado, o el gran Paitití denomindados de una gran mítica cuidad de Oro.


A finales del siglo XVII comenzó la creación de las misiones jesuitas en el territorio boliviano, esencialmente en las regiones de Chiquitos, al norte del departamento de Santa Cruz de la Sierra, y en Moxos, ubicado en el territorio del departamento del Beni. Primero se fundó la Misión de San Francisco Xavier en 1691, por el jesuita José de Arce. Seguidamente se creó la Misión de San Rafael en 1696, debida a los jesuitas Zea y Herbas. Posteriormente, en 1698 el jesuita Felipe Suárez fundó la Misión de San José. La Misión de San Juan Bautista data de 1699, y la Misión de Concepción de 1709. La Misión San Ignacio de Zamucos fue creada en 1724, siendo abandonada en 1745. Posteriormente se fundaron la Misión de San Ignacio en 1748 la Misión de Santiago en 1754, y finalmente las últimas en fundarse fueron las Misión de Santa Ana en 1755 y la Misión de Santo Corazón en 1760.
La evangelización mediante el uso de la música renacentista y barroca tuvo gran acogida en la época y que se ha desarrollado consecutivamente hasta la actualidad, dejando un legado propio.
En 1767, la Compañía de Jesús fue expulsada de España y América, quedando su labor incompleta y abandonada. Aunque en Argentina, Paraguay y Brasil el trabajo hecho desapareció notablemente, en Bolivia sin embargo la obra se mantuvo y se desarrolló durante generaciones hasta la actualidad.


Economía


Tanto en la época de la colonización como en la actualidad, la región de la Chiquitania se ha dedicado por completo a la agricultura, ganadería, artesanía, el trabajo del cueros y de los tejidos.
En la actualidad, la ganadería se ha desarrollado ampliamente, así como el procesamiento de la leche de forma industrial en una planta industrial. La artesanía y el turismo están muy relacionados desde el lanzamiento de las misiones jesuitas de la Chiquitania realizado a mediados del 2004, con proyección hacia el 2016.
Los misioneros incentivaron a los lugareños a desarrollar sus habilidades en la agricultura y ganadería, fomentando las artes manuales como el tejido, orfebrería, herrería, carpintería, escultura y pintura y la construcción de instrumentos musicales.



Arquitectura



La iglesia, compuesta de tres naves, tiene un techo forjado de madera simple, sostenido por columnas de madera cuchi labrada, y horcones en las naves laterales, con un sistema estructural de madera casi independiente de los muros. Dicho tipo de madera posee una gran resistencia. Otros elementos, como el yeso, se usaron en los decorados de reboques planos, ondulados y falsos para asemejar la construcción barroca mediante volutas, cenefas y caracolas. El uso de la piedra volcánica es destacado en algunos enclaves.




El Turismo



El turismo se ha convertido en una fuente importante de ingresos en la región, mejorando las infraestructuras. Destacan la riqueza cultural del recorrido misional y los festivales de música. Existen además numerosos atractivos naturales, como ríos, lagunas, aguas termales, cavernas y cataratas.


Su Musica



Desde 1996 y cada 2 años, se realiza el Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca Americana, organizado por la Asociación Pro Arte y Cultura (APAC)


El festival es realizado en diferente plazas Misionales, incluso en la plaza principal de la ciudad de Santa Cruz. Compiten diferentes orquestas de varios países. Una de las orquestas locales es la Orquesta Urubichá, integrada por personas nativas de las misiones y que usan instrumentos manufacturados por ellos mismos, construcidos según los planos dejados por los misioneros jesuitas.